domingo, 17 de noviembre de 2019

La tía Cachito


La tía Cachito fue una prima hermana de mi abuela. Mi madre, que le gustaba ahorrar en vocabulario absurdo, en vez de llamarla tía segunda Cachito, la llamaba tía Cachito, y por herencia, costumbre o pragmatismo, yo también la llamo así, y aunque sea tía abuela segunda para nosotros, siempre la sentiré como una tía abuela primera. 

La tía Cachito siempre fue una mujer de carácter, aun recuerdo "la sutileza" con la que nos echaba de la cocina de los Merinos cuando hacía sus maravillosas tortillas de patatas para un regimiento de hijos, nietos, sobrina segunda y familia, y amigos varios del Pantano.  

Ella, gran conocedora de todos los entresijos del cielo fue la que me enseño a distinguir cuando la luna esta creciente y decreciente con un.... "¿Ana, sabías que la luna es una mentirosa?"

Cuando el volar era cosa exclusiva de hombres, con un profesor de lujo, su marido, se lanzó a hacer vuelo sin motor, y tan tan bien lo hizo que fue la primera mujer en ganar un C de plata de vuelo a vela en España. Fue en el año 1955 en la escuela del Cerro del Telégrafo con 5 horas 12 minutos de permanencia en vuelo, 61 km de distancia libre y 1.689 metros de ganancia en altura. Todo ello pilotando un velero Grunau Baby II.

Este año, una de sus nietas, mi prima tercera, Olivia Moore Merino ha querido homenajearla con un maravilloso libro infantil escrito por ella, ilustrado por María Navarro y maquetado por mi. Aquí os dejo la documentación concerniente a tan maña hazaña, 

porque una tía así es para presumir!!!


LIBRO




NO-DO: 1950



REVISTA AVION: JULIO 1955




REVISTA YA: JUNIO 1955


DIPLOMA C DE PLATA VUELO A VELA 1955



TROFEO RECORD DE DISTANCIA 1955




DIPLOMA AL PROFESOR DE VUELO DON ANTONIO MERINO
Profesor y marido de Cachito





viernes, 12 de septiembre de 2014

Carta al amor de mi vida


Mi amor de mis amores!!!!

Este veranito que parece, nos está abandonando ya, como todos los años lo he pasado contigo, y es que no se me ocurre nadie más con quien me sienta como si estuviera en casa.

viernes, 1 de agosto de 2014

Un aplauso


Un aplauso porque por fin empiezan las vacas, porque hace calor, porque hemos sobrevivido un año más a las inclemencias del invierno que este año entre los fríos y las ciclogénesis ha sido especialmente duro, porque al parecer estamos saliendo con dignidad de la crisis que tantas preocupaciones nos ha dado a todos, a los amores que han surgido este año, a los desamores también (que un mindundi salga de tu vida es algo siempre bueno), por los retos ganados, a las gentes buenas con las que nos topamos por la vida que nos sorprenden día a día, a los recién llegados, a los que están a punto de llegar (el martes Mateo jr.).....

viernes, 4 de abril de 2014

Empanada a la galega


Como muy bien sabéis los que me conocéis soy un poco despistada, lo cual, es bastante coñazo para los que me rodean, y es que tienen que estar siempre recordándome las quedadas, direcciones, etc... desde aquí quiero que conste que no es pasotismo, yo lo intento, de verdad, pero entre mi empane habitual y mi memoria pez (que Dory de Buscando a Nemo era una enciclopedia a mi lado) es imposible.

viernes, 28 de marzo de 2014

Gracias Eva

La historia de cuando nuestra queridísima Eva le hizo el lío a Adan para que se comiera aquella manzana tradicionalmente se relata como la primera (de muchas) metedura de pata del ser humano, yo no lo veo así, porque si actualmente la humanidad viviera en el paraíso sin nada más que hacer que coger frutas de los árboles para alimentarnos:

viernes, 21 de marzo de 2014

Todo por la patria


Últimamente las noticias ejercen el efecto contrario a un Prozac, son como unas anfetas importadas de china, porque ya me diréis que si la crisis, la prima esa de riesgo, corrupción por todos lados, las guerras, las no guerras que lo parecen, que si los psicópatas últimamente con las lluvias se reproducen como si de gremlis se trataran, que si en realidad la primavera no ha llegado como pensábamos, etc etc etc....

viernes, 14 de marzo de 2014

El espejo retrovisor


Cuando me saqué el carné de conducir, una cosa que me apasionaba (además de tener la independencia de poder ir a donde quisiera cuando mi madre me dejaba el coche) era el espejo retrovisor, porque me daba una imagen similar a la de la pantalla de un cine de lo que sucedía detrás de mi. Así que, cuando paraba en un semáforo o lo que fuera me quedaba absorta viendo el mundo a mis espaldas en aquella pequeña "pantalla" (que no la usaba para atusarme el pelo como alguna que otra que yo me se).